El principal elemento que se requiere para establecer hábitos de estudio en los menores, es el establecimiento de “rutinas”, la cuales le brindan seguridad y dirección hacia los objetivos.
La rutina puede plasmarse con dibujos, personaje favorito, frases cortas, imágenes, entre otros, para que el menor pueda visualizarla de forma diaria.
De igual forma existen otras técnicas; una muy funcional es la llamada “economía de fichas”, la cual establece una rutina/pasos a realizar y ésta se puede ponderar acorde a los resultados obtenidos y posteriormente durante el fin de semana obtener recompensas, tales como elegir la película o sabor del helado, planear una salida en familia, comer su postre favorito, ir al parque, etc. fomentando la convivencia, el esfuerzo y la permanencia de las conductas deseadas, implementando la práctica autónoma al retirar el estímulo.
Otras recomendaciones para que la formación de buenos hábitos sea efectiva, es explicar detalladamente, hacer partícipe al menor durante la planeación, y repetir continuamente el apegarse a ellas. Así mismo mantener horarios específicos para cumplir con las reglas, destacando el cuidado y aliño de su aspecto personal, la independencia, ejecución de actividades escolares, aportar en casa (poniendo la mesa, acomodando los vasos, lavando los trastes, etc.) comer saludable, horario de esparcimiento, ejercicio e higiene del sueño.
También será prioritario mantener la motivación de los menores, incluyendo actividades de convivencia y animandolos a ser activos por medio de juegos, deportes, actividades al aire libre, así como tomarse el tiempo para dialogar en familia y escucharlos, creando ambientes saludables a la hora de la comida, realizar juegos de mesa en familia, fortalecer la tolerancia a la frustración, entre otros.
Es indispensable aplazar el mayor tiempo posible el uso de dispositivos electrónicos y así mismo limitar el tiempo frente a ellos, ya que tiende a ser una de las principales causas de distracción, dificultades de atención/aprendizaje, escaso manejo de la tolerancia y evasión de la realidad, debido al escaso contacto visual y personal que permite en el entorno.
Evite reglas imprecisas y actualice las mismas, conforme se obtengan resultados deseados, para reforzar poco a poco las conductas esperadas, hasta lograr la permanencia del hábito/rutina.