Pequeños hábitos, grandes logros: el poder de las rutinas en la infancia

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Establecer hábitos diarios consistentes brinda un entorno de seguridad y previsibilidad que permite a todas las personas tener mayor seguridad y reducir notablemente los niveles de ansiedad. Es por ello, que te recomendamos establecer rutinas y horarios organizados en casa, desde que los hijos son pequeños.

Las rutinas no solo tienen el propósito de programar el día, sino que también ayudan a que los niños aprendan algunas habilidades clave, como la responsabilidad, la autonomía y la gestión del tiempo.

Desde que son bebés, los niños se benefician de la regularidad. Los horarios de sueño, comida y actividades recreativas contribuyen a un buen descanso y a un equilibrio emocional. A medida que crecen, las rutinas también fomentan la concentración y la capacidad de seguir instrucciones, lo cual es esencial para su éxito escolar y social.                 

En este Blog, nuestra psicopedagoga de Preescolar, Bárbara Porter, comparte algunas técnicas para consolidar la rutina de tus hijos en casa:

  1. Establece horarios consistentes: Marca horas fijas para actividades clave como dormir, comer, jugar y estudiar. La previsibilidad ayuda a los niños o adolescentes a sentirse más seguros y a organizarse mejor.
  2. Usa un calendario visual o una tabla de rutinas: Los niños responden bien a los estímulos visuales. Si colocas una tabla con imágenes que muestre el flujo del día (como "desayuno", "tiempo de juego", "hora de dormir") esto les ayudará a anticipar lo que vendrá y a sentirse más motivados.
  3. Involucra a tus hijos en la planificación: A medida que crecen, puedes involucrarlos en la creación de sus rutinas. Permitirles elegir algunas actividades o decidir el orden de algunas tareas les da una sensación de control y responsabilidad, lo que mejora su motivación.
  4. Sé flexible, pero consistente: Las rutinas deben adaptarse a las necesidades y circunstancias del día a día. Sin embargo, es importante mantener ciertos aspectos esenciales constantes, como la hora de dormir o las comidas, para garantizar estabilidad.
  5. Establece transiciones suaves: Las rutinas no deben sentirse como una serie de órdenes rígidas. Ayuda a tus hijos a hacer la transición de una actividad a otra de manera gradual, dándoles tiempo para adaptarse y comprender lo que viene después. Un temporizador o una señal visual puede ayudar a indicar que es momento de cambiar de actividad.
  6. Refuerza los logros y mantén la motivación: El refuerzo positivo es clave. Cuando los niños siguen una rutina correctamente, elógialos por su esfuerzo y responsabilidad. Esto los impulsará a seguir comprometidos con sus rutinas.
  7. Crea rituales familiares: Las rutinas diarias también pueden incluir momentos especiales que fortalezcan los lazos familiares, como leer juntos antes de dormir o cenar en familia. Estos momentos se convierten en recuerdos valiosos que enriquecen la relación con tus hijos.

Ten presente que las rutinas son una herramienta valiosa para el bienestar de los niños desde sus primeros años de vida, ya que les ofrecen estructura, seguridad y oportunidades de aprendizaje. 

Si mantienes un enfoque flexible, pero firme, las rutinas serán tu mejor estrategia para criar hijos emocionalmente sanos, organizados y felices.

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